Eva Garrido es artista en travesía feminista. Trabaja en Madrid, donde desarrolla proyectos artísticos, educativos y de investigación dentro del colectivo formado junto a Yera Moreno Colektivof Define su relación con el dibujo como conflictiva, en una tensa conversación entre el papel y su propio cuerpo. Las imágenes de Un chato de vino son el resultado de la lucha entre lo inscrito y lo borrado, aquello que se nombra y el silencio.
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